Chapinal Abogados
Principios que nos definen
Nuestra historia
En 2001 fundamos este despacho de abogados y, desde su creación, ha permanecido en su sede de Avenida de los Toreros nº 24 de Madrid.
En la actualidad está dotado de un equipo multidisciplinar de profesionales cuya experiencia supera en cualquiera de los casos los quince años de experiencia. Esto nos ha permitido a lo largo del tiempo tener contacto con los distintos campos del derecho, desde asuntos civiles y mercantiles hasta los penales, contencioso-administrativos y laborales en sus ramas más variadas.
Estos son datos puramente objetivos y generales que a cualquier cliente le deben interesar por lo que pueden indicar sobre la continuidad en la actividad, conocimientos o experiencia.
Sin embargo, estas credenciales las poseen con justicia otros muchos despachos de abogados. Por eso entendemos que el cliente debe conocer NUESTROS PRINCIPIOS, lo que posiblemente nos distinga de otros.
EVALUACIÓN DE LAS NECESIDADES REALES DEL CLIENTE
Un trato personalizado y humano permite conocer las verdaderas necesidades del cliente y adoptar medidas realmente útiles. Cada persona tiene una situación diferente y por ello cada cliente es siempre un cliente especial.
VISIÓN LO MÁS CERCANA POSIBLE A LA REALIDAD
Es obligación del abogado no generar al cliente falsas expectativas y hacer ver con claridad la diferencia entre lo justo y lo legal que, lamentablemente, no siempre son conceptos coincidentes.
ANÁLISIS DE LA VIABILIDAD DEL CASO PLANTEADO
Ningún profesional de la abogacía, por muy capacitado que esté, puede garantizar el 100% de probabilidades de éxito. Sin embargo un adecuado estudio del caso permite valorar de forma prudente su viabilidad.
SOLUCIONES EXTRAJUDICIALES EN BENEFICIO DEL CLIENTE
El ejercicio de la abogacía también es el arte de lo posible. Creemos necesario que el abogado nunca descarte de inicio la posibilidad del acuerdo que ahorre costes y tiempo y se lo transmita a su cliente.
EVALUACIÓN DEL CASO DESDE UN PUNTO DE VISTA COMPLEJO
El cliente debe tener la oportunidad de conocer las posibilidades racionales de obtener una resolución judicial favorable, así como la relación “esfuerzo económico-resolución favorable del pleito” y su rentabilidad económica, moral y sentimental.
EJERCICIO PROFESIONAL ÉTICO Y RESPONSABLE
Creemos en una “justicia sostenible”. Si entendemos que el encargo carece de fundamento desde el punto de vista jurídico y no implica ventaja de ninguna clase para el cliente, no aceptaremos su tramitación.